Es uno de los dones mas apreciados no solo por la
humanidad, sino por todas las especies que ocupan este universo cambiante. La
libertad es la expresión mas fundamental de nuestra trinidad, sin ella la vida
se apaga, la esperanza se lleva al borde de la muerte, cuando realmente se
pierde totalmente la libertad de cuerpo y alma, ésta solo espera la muerte,
para liberarse de tal paroxismo, perder la libertad, es perderlo todo. Pero,
que es la libertad en su acepción mas profunda?, la libertad es mas que un
vinculo, cuando fueron creados estos universos, la única condición, que era
imprescindible dotar a todas las chispas divinas que emanaron de Dios, era
hacerlos libres, Dios es libre y por tanto, la herencia mas apreciada regalada
a sus congéneres fue la libertad. La libertad es generadora de otros muchos
dones, la libertad inspira, la libertad motiva, mueve, produce, es como un
acuerdo entre dioses, la herramienta mas efectiva y mas satisfactoria es la
libertad.
Pruebas hay muchas de lo que aquí se dice, cuando el
cuerpo físico se ve impelido por la fuerza a reducir su libre movimiento, la
mente y el alma suplen la carencia, acrecentando el poder de la imaginación y
de la conciencia. El cuerpo puede estar encadenado, pero la libertad verdadera,
no se encuentra en el cuerpo, se encuentra en el espíritu. El alma es capaz
de atravesar los barrotes de una
prisión, viajar a los lugares que quiera, manifestarse como lo desee, nada ni
nadie puede aprisionar un alma por mucho tiempo, si esta no lo desea, ésta tiene en su haber
muchísimas habilidades que pocos conocen adecuadamente. Y solamente cuando ha
perdido la fe en si misma, es susceptible de perder su libertad. No así el
espíritu, contra el no existe nada, ni nadie que lo haga perderla.
Para entender con un
mas de profundidad como la libertad es ejercida, por nuestro ser trino
(cuerpo, alma y espíritu), debemos de hablar algo sobre lo que se conoce como
bien y mal. Todos estamos acostumbrados a ver el todo, con dos polaridades
distintas: el bien es todo lo que vibra a altas frecuencias, comparado con el
mal que vibra un poco menos, pero que antagoniza con el bien. Siendo
observadores fríos, nos daremos cuenta que ambas concepciones son creaciones del
mismo principio y por ende, tanto valor tiene una como la otra.
El diablo, solo existe en forma de concepto, lo creamos
en el momento en que creemos en el, le damos formas un cuanto mas extrañas, en
tanto nos vamos auto convenciendo, de que tiene un poder sobre nosotros. No
sabemos que ese don maravilloso que tenemos para crear, puede hacer cosas
agradables, pero también desagradables, ese poder es como un inmenso rio de
energía del que podemos tomar tanto como podamos, sin importar si el uso de esa
fuerza es para hacer el bien o el mal según nuestra comprensión.
A todos nos gusta estar del lado del bien, es mas
cómodo, y también mas seguro. En cambio si estamos del lado del mal es mas
difícil. Pero el bien para nosotros, puede ser el mal para otras personas y
viceversa, tenemos que recordar que todo es relativo y que la vida es una
experimentación en donde, no solamente vamos a encontrar cosas buenas, a veces
es necesario hacer cosas malas por que es imprescindible aprender. Esto es
ejercer en todo lo que vale, nuestra libertad, ahora bien, esto no quiere decir
que somos libres para ir matando personas a diestra y siniestra. Tenemos que
reconocer que la misma humanidad a lo largo de su existencia ha fijado
parámetros de comportamiento, que si se sobrepasan, la misma humanidad castiga
al transgresor.
Seria tonto, transgredir dichas leyes solo por el mero
propósito de aprender algo que quizá ya experimentamos. Debemos recordar que el
alma tiene muchas reencarnaciones y en ellas hemos llevado a cabo muchísimas
cosas y lo mas probable es que en esta vida no nos vamos a convertir en
asesinos en serie. Sin embargo habrá quienes si sientan esa necesidad de
experimentación y seguro que lo harán.
Nietos míos, no
se espanten, ni se asombren, hablar de estas cosas es muy natural, recuerden
que comparativamente, estamos representando una gran obra teatral, todos somos
actores y la muerte, no es una muerte verdadera, en el caso del asesino, les
aseguro que en algún lugar y en algún tiempo sus victimas, estuvieron de
acuerdo en serlo. Lo mismo sucede con todas aquellas personas que padecen o han
padecido circunstancias fortuitas, todas las almas han consentido pasar por esa
serie de eventos trágicos, que para nosotros los observadores, dentro de un
contexto estrecho e incomprensible nos causa escándalo, que nos incita a
rebelarnos ante tanta “injusticia”, que nos mantiene reacios a aceptar
condiciones para nuestros hermanos, que no aceptaríamos para nosotros, y que
sin embargo suceden y seguirán sucediendo, y en una de esas, por que no, la
vida tendrá guardada para nosotros una experiencia de ese tipo.
Si eso llegara a suceder, si está acordado para
nosotros, habrá que saborear la experiencia, así fuera la ultima en esta vida.
No tengan miedo, pero no piensen demasiado en ello, pues tenemos la capacidad
de dar o quitar fuerza a nuestros pensamientos con la voluntad y de acrecentar
o disminuir el dolor con la fe en nosotros mismos. Así que el consejo que hoy
les doy queridos nietos es que ejerzan su libertad con valentía. (CONTINUARA)
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