martes, 19 de junio de 2012

LA IMAGINACION

Es un atributo que la divinidad nos a dado, a veces lo mal entendemos y lo restringimos por que le tememos y le tememos por que no le conocemos. No sabemos que es la imaginación, la mayoría de las veces tenemos un concepto muy equivocado de ella, la asociamos con la infancia y cuando crecemos, tratamos de restringirla por que queremos demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que ya no somos unos niños. Comparamos la imaginación con la debilidad, dejamos de tomarla en serio cuando crecemos y nos enfrentamos a los problemas cotidianos de la vida.


La imaginación siempre nos asalta, en todas las situaciones que experimentamos la imaginación siempre sale a flote, es una lucha constante en contra de ella, siempre estamos imaginando como va a terminar determinada situación, nuestra imaginación nos muestra dos o tres o cuatro maneras distintas de como se desarrollaría tal o cual cosa, dependiendo de los elementos que con la imaginación podemos añadir o quitar de dicha situación. En cuanto imaginamos un escenario que no nos satisface, borramos dicho escenario de nuestra mente y creamos otro distinto.


Por eso luchamos a veces en su contra, es muy poderosa, en ocasiones las imágenes imaginadas prevalecen en nuestro recuerdo con mas fuerza que la realidad. Es un proceso superior que poco entendemos y por lo mismo no lo sabemos usar adecuadamente. Pero es una herramienta muy importante, de hecho contamos con varias de esas herramientas, ya hemos mencionado a la fe y seguramente hay otras mas.


Todo el proceso que se lleva a cabo en nuestra mente es distinto a lo que sucede en la realidad, esto lo sabemos, sin embargo, cuando el proceso mental es prolongado, este mismo proceso nos puede llevar a estados alterados de conciencia, es decir por medio de la imaginación en determinadas condiciones podríamos tener un desprendimiento de nuestro cuerpo astral y en esta forma pasar de dimensión.


Todo lo que imaginamos existe, aún las imágenes mas descabelladas que podamos crear con nuestra mente, son reales, veamoslo de la siguiente manera: no es posible crear cualquier cosa, sin tener la certeza que en alguna parte del universo esa cosa que hemos creado en nuestra mente existe, por que únicamente estamos usando información contenida dentro de nosotros. Es información que ha llegado a nosotros a traves de las experiencias vividas en esta u otras vidas, incluso en procesos mas complejos, podemos compartir información que nos llega a través de otros medios, sin que nosotros hallamos participado directamente.


Vamos a explicarlo con mas detalle, todos nosotros hemos tenido muchos tipos de pensamientos, a veces nuestra imaginación trabaja de tal manera que se ve afectada por una especie de inspiración que no sabemos de donde viene, pues bien ya hemos explicado que estamos rodeados de seres espirituales, que ellos al estar en dimensiones mas altas, tienen la facultad de podernos ver, oír y hasta tocar, sin que nosotros nos percatemos consientemente de ello.


Este tipo de seres, tienen unas expectativas muy distintas a las nuestras, para ellos la muerte no tiene importancia por que son conscientes que esta es solo un estado, ahora estamos muertos y mañana ya no lo estamos, el sufrimiento también lo entienden de una manera distinta, mientras que para nosotros es un dolor muy grande, que cimbra toda nuestra estructura existencial, para ellos es un proceso necesario para la superación de las almas.


Dichos seres suelen interesarse por nosotros por diferentes razones: ya sea que somos una pieza en el complejo sistema de ecuaciones que ellos manejan, el inicio de una idea que ellos tengan o simplemente por que sienten simpatía por determinadas personas, pueden ser muchas las razones y en ocasiones convergen varias de ellas.


Pues bien sin importar las causas que lo originen, esos seres influyen y a veces un poco mas que eso; el caso es que nos llegan pensamientos a través de la imaginación que muchas veces compartimos con otras personas, esto lo sabemos por que muchas veces pensamos en algo que en ese momento no existe y que al paso de algún tiempo lo vemos realizado en nuestro nivel de realidad.


A través de la imaginación hablamos con la divinidad, y esos seres espirituales que hemos mencionado son el vínculo, ya hemos explicado que no son buenos ni malos. En ocasiones pudieran parecer malos por que actúan en contra de nuestros intereses, pero a ellos les mueve intereses mas elevados incluso con proyección a futuro, es muy difícil entenderlos, en ocasiones se interesan por detalles tribiales que para nosotros no tendrían la mayor importancia, otras veces nos abandonan en los momentos mas importantes, como decía son difíciles de comprender.


La imaginación es información, el universo esta lleno de ella y constantemente fluye esta información por nuestra mente, en momentos de relajación tenemos la capacidad bien para concentrarnos en un solo pensamiento o para dejar que fluyan miles de ellos como un tropel de caballos. En el segundo caso es curioso la variedad de imágenes que acuden a nuestra mente, es como un desfogue de energía, la imaginación emerge sin control, tratando cientos y a veces miles de temas, que en ocasiones no nos llevan a ningún lado.


No debemos temerle a nuestra imaginación, la imaginación no nos va a acotar nuestra existencia, al contrario la va a enriquecer, en el ámbito artístico la imaginación es lo mas importante, un científico sin imaginación cae en la mediocridad, en la política es fundamental, en fin lejos de ser un lastre, es una ventaja que debemos aprender a manejar.


Equivocadamente la gente asocia a la imaginación con la locura, nada mas lejos de la realidad, la locura es un desequilibrio de la imaginación, todos tenemos una energía sutil que nos hace entender la imaginación como una herramienta, cuando esto es así la disfrutamos, somos conscientes hasta cierto punto de ella, y esta nos ofrece su ayuda en el momento que la requerimos, en cambio cuando se da el desequilibrio, se rompe ese cordón energético que nos da control sobre ella y entonces sobreviene la locura, que no es otra cosa que el flujo constante, ilimitado y descontrolado de la imaginación.


Una persona imaginativa no es un tonto o un iluso, al contrario la inteligencia es proporcional a la imaginación, el caso es saberla controlar, saber encausarla hacia situaciones de alta vibración, saber distinguir con claridad como la imaginación puede incorporarse a nuestra realidad, ejercer control sobre ella y no por el contrario dejar que la imaginación nos controle.


Cuando tenemos imaginación la despreciamos, y cuando ya no la tenemos la añoramos, esto es algo muy cierto la imaginación como toda energía, es susceptible a sufrir transformaciones, recordemos la ley de la conservación de la energía, nos dice que esta se transforma al paso del tiempo y con mayor razón cuando el sistema (nosotros), interacciona con otros sistemas. Por tal motivo es que habremos de pensar en aprovechar la imaginación cuando la tenemos y no añorarla cuando ya se ha transformado en otra cosa.


La imaginación es un lenguaje universal, mediante imágenes es muy fácil comunicarse con seres de distinta índole, no importando su grado de inteligencia, espiritualidad o instrucción, lenguaje o formas particulares de comunicación. Incluso entre nosotros, cuando tenemos la capacidad de plasmar parte de nuestra imaginación sobre algún medio físico, estamos comunicandonos con todos los seres a los cuales provocamos algún sentimiento con dicho medio.


Compartimos la imaginación. Por alguna razón los humanos tenemos una variedad de pensamientos que se pueden convertir en imágenes muy similares entre sí, de tal modo que la imaginación de otros no nos resulta desconocida, por el contrario cuando son imágenes muy elaboradas y principalmente cuando contienen una gran diversidad de elementos, causan en nosotros un impacto tal, que nos hace ser parte de esa imagen.


Algo similar sucede cuando vemos imágenes en el cine o la tv y resuenan en nosotros como imágenes que forman parte de nosotros mismos, las aceptamos como realidad aún a sabiendas que son imágenes inventadas y creadas con la ayuda de una computadora, pero la información que lleva esa imagen es universal.


La prueba de que la imaginación se comparte, la constatamos a cada momento bajo distintos cánones de conocimiento, en cualquier ámbito se dan lo que llamamos "coincidencias", ya sabemos que las casualidades no existen, si en cambio las causalidades. Por esa razón es que cuando se expone una idea a un grupo, esa idea resuena en la mayoría y la adoptan como suya, y en la minoría tal idea recibe algún tipo de crítica, por que en esa minoría se ha dado la misma imagen pero con otras prerrogativas, pero al fin y al cabo la imaginación se ha compartido.


Decíamos que la imaginación son imágenes obtenidas de las experiencias de miles de años que a través de procesos que aún no llegamos a comprender, están almacenados en alguna o algunas partes de nuestros cuerpos, hemos promulgado que todos somos portadores del conocimiento del universo y que a través de el re- conocimiento y la experimentación, vamos confirmando y reafirmando tales conocimientos, para hacerlos parte de nuestra conciencia.


Otras humanidades al igual que la nuestra, usan esta preciosa herramienta, y otras mas han perdido dicha capacidad debido al uso desenfrenado de la tecnología, que suple procesos naturales por otros artificiales. En nuestro caso, somos afortunados de nacer con ella y de perderla hasta una edad muy avanzada.


Algo curioso sucede en nuestra imaginación con el uso de la tecnología, tal pareciera que todas las tecnologías  ya  las hemos visto y usado, forman parte de la información que llega a nuestra imaginación, no sabríamos como funcionan, pero en nuestra mente, tenemos remedios para todo lo que concierne a ella. 


En ocasiones hacemos mal uso de la imaginación, ya hemos dicho en otras ocasiones que las herramientas que la divinidad nos a dado son neutrales, lo mismo sirve para hacer bien que para hacer mal, por eso debemos tener discernimiento y no caer en el auto engaño haciendo uso de la imaginación. Queridos nietos es mucho lo que se puede seguir diciendo de la imaginación, yo los conmino  que nunca dejen de tenerla.



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